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martes, 22 de mayo de 2012

La ficción del Estado Laico hondureño

Jueves, 17 de Mayo de 2012  

"Todos los hombres nacen libres e iguales en derecho. En Honduras no hay clases privilegiadas. Todos los hondureños son iguales ante la ley. Se declara punible toda discriminación por motivo de sexo, raza, clase y cualquiera lesiva a la dignidad humana. La ley establecerá los delitos y sanciones para el infractor de este precepto"

Articulo 60/Constitución de la República de Honduras


Carolina Torres

Una de las banderas de la lucha pequeño burguesa liberal morazanica fue precisamente el Estado Laico, definiéndolo como una forma de manejo de las políticas del país sin intervención religiosa para las decisiones del estado, ni favorecer desde la política a ninguna de las diferentes creencias, entendiendo a la religión como una libertad individual de cada ciudadano y ciudadana.

Si bien en papel, constitución, discursos se afirma que vivimos en un estado laico solo es necesario hablar de temas como el matrimonio entre personas del mismo sexo para confirmar que la política que maneja el estado no es laica, contradiciendo de esta manera el articulo 60 de la constitución que asegura la no discriminación y el castigo a quienes lo hacen.

¿Porque el Estado niega el derecho a personas del mismo sexo a gozar de los deberes y derechos de la unión matrimonial civil?

Basándose en la moral de la religión cristiana la cual afirma que solo hombre con mujer tienen derecho al matrimonio.

Negando así la separación entre un matrimonio civil regido por las leyes vigentes de lo que es un matrimonio eclesiástico donde su máxima guía es la Biblia (refiriéndose a la cristiandad, religión que mas se profesa en el país)

Es posible acaso hablar de igualdad de derechos cuando se contradice toda libertad ciudadana siendo el estado quien niega a las personas sus derechos legítimos basándose en moralidades religiosas injustificadas.

Si bien la religión es un derecho individual no se debe sobreponer ante los derechos colectivos, la iglesia puede opinar sobre matrimonios pero solo puede hacerlo en matrimonios eclesiásticos ya que el matrimonio civil es un tema netamente del estado y debe ser abordada de manera objetiva dejando de lado las creencias individuales de los gobernantes.

Los políticos tradicionales hacen uso de la religión para mantener simpatía popular cuando defienden discriminaciones basadas en normas religiosas, usan mecanismos de control mental y evitar así debates reales sobre estos temas ya que al ser unos dinosaurios conservadores carecen de argumentos para defender sus posturas, bien lo afirma Charly "pero los dinosaurios van a desaparecer."

La negativa de un avance en derechos a los sectores de la diversidad solo demuestra la podredumbre del sistema patriarcal, imperialista en el que somos obligados a vivir a pesar de que las mayorías no nos vemos beneficiadas en un sistema tan atrasado y degradante de la condición humana.

Es necesario que todos los sectores que luchamos por sociedades justas realmente asumamos la tarea de ser objetivos ante temas que nos son delicados en el sentido de los derechos individuales y de las creencias que se pueden profesar, como es posible hablar de un estado nuevo y refundado sin tocar el derecho legitimo de toda persona en su condición mental y legal para decidir con quien desea compartir su vida.

La obligación esta en asumir la tarea de garantizar que nadie será discriminado bajo ningún tipo de condición, la Biblia a los creyentes y los derechos a la ciudadanía.

La iglesia católica que busque un espacio en su democrático vaticano para tratar estos temas desde un punto de vista humano así como aquellas personas cristianas protestantes asuman que cantidad de diezmo es necesario para poder debatir con libertad el derecho a ser feliz.

El matrimonio civil no debe abordarse desde un punto de moral cristiano sino desde los mismos derechos que como ciudadanos y ciudadanas tenemos, irónicamente escritos en la constitución que a pesar de ser violada por el sector conservador y oportunista solamente es defendida duramente cuando les parece conveniente.

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